
AHORRO
El gasóleo calefacción es de por si una energía económica. Si a esto le sumamos un poco de cuidado en nuestro comportamiento diario, el ahorro será mucho mayor. Te indicamos a continuación algunos consejos para ahorrar en tu factura energética.
Es muy interesante purgar los radiadores al menos una vez a año, sobre todo al principio de la temporada de frío porque suelen acumular burbujas de aire que no dejan pasar el calor y por tanto suponen una pérdida de potencia calorífica.
Conseguir una fuerte subida de la temperatura provoca un gasto extra. Normalmente 21º suponen una temperatura óptima para mantener el confort. Tener calefacción en casa no implica ir vestido como en verano. Quizá sea mejor ponerse alguna prenda extra que recibir un sobresalto en la cifra de gasto energético. Un buen termostato ayuda a mantener una temperatura estable. Ahorrarás entre un 8 y un 13% en tu consumo.
Si estás ausente de casa durante muchas horas al día, no merecerá la pena tener constantemente las misma temperatura. Puedes programar tu termostato para que comience a subir la temperatura 1 hora antes de tu llegada a casa. Tendrás la casa caliente sin gastar innecesariamente.
Si es así, cierra los radiadores y las puertas de esas habitaciones. Así no realizarás un gasto innecesario en calentar esas estancias.
Si tu caldera te está pidiendo el cambio, aprovecha las innovaciones tecnológicas actuales en materia de eficiencia. A veces, invertir un poco más en ello supone un gran ahorro a lo largo de toda la vida de la caldera.
Si colocas un mueble demasiado cerca o los cubres con ropa para secarla, estás perdiendo energía y con ello aumentando el consumo y el gasto.
A menos que tu hogar esté ubicado en zonas de frío extremo, puede no ser necesario encender la calefacción por la noche, o al menos no a la misma temperatura que durante el día. Una bajada de 5º o más en la temperatura nocturna permitirá un ahorro considerable en el consumo.
Las pérdidas de calor en el hogar a través de las ventanas suponen entre un 25 y un 30% de las necesidades caloríficas. Por tanto, es muy recomendable comprobar que nuestras ventanas dispongan del aislamiento adecuado para que no escape el calor y con él nuestro dinero.
Al menos una vez al año es aconsejable asegurarse que todo está “en su sitio”. Nos evitará problemas futuros.
De ese modo el rendimiento de tu instalación será siempre óptimo y obtendrás el confort ideal con un menor consumo.

MANTENIMIENTO DE CALDERAS
Las calderas de gasóleo calefacción requieren un mantenimiento mínimo para asegurar el mejor rendimiento. Solo hay que tener en cuenta estos sencillos puntos:
Te recomendamos que realices un control al año de las pérdidas de calor midiendo las emisiones de CO2 y CO.
Revisión mensual del estado del filtro de gasóleo, limpiándolo o sustituyéndolo si fuera necesario.
Revisión de la llama de mirillas y quemadores. Verificar y limpiar si fuera necesario la mirilla o los quemadores. Esto asegura el mejor rendimiento.
Limpieza del colector de humos y registros de la chimenea una vez al año.
Revisión anual del estado de la cámara de combustión limpiando si procede cenizas o posos de humo que pudieran existir.
Una vez al año verificar y tarar si procede las válvulas de seguridad, programadores, etc.